¿Sabías que la gastritis se da mucho más por falta de ácido que por exceso?
Muchas personas creen que la gastritis se debe a un exceso de ácido en el estómago.
Sin embargo, ¡es un mito! Son muy raros los casos en los que es así.
Un dato relevante es que los casos de gastritis son más frecuentes en personas de edad avanzada. En paralelo, sabemos que los niveles de ácido en el estómago disminuyen con la edad. Esta es una de las evidencias de que la gastritis está más relacionada con una deficiencia de ácido en el estómago.
Si tienes gastritis, es clave hacerte estas preguntas:
¿Qué estoy haciendo (o no haciendo) para que mi digestión no funcione adecuadamente?
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¿Cuántas veces tomo antiácidos para aliviar la molestia del momento?
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¿Cuántas veces he usado antibióticos, cortisona, anticonceptivos, antibacteriales, hormonas o laxantes?
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¿Qué tan seguido consumo edulcorantes y alimentos procesados?
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¿Qué tan saludable es mi alimentación?
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¿Qué tan seguido fumo o paso por mucho estrés?
¿Qué hacer para atender la causa de la gastritis?
La solución es reeducar tu digestión y restaurar la función gástrica natural: adiós a los hábitos que dañan tu salud, adiós a los fármacos innecesarios (gradualmente) y adiós a la inmensa cantidad de alimentos procesados que comemos hoy en día.
Aunque el proceso depende de cuánto tiempo llevas tomando antiácidos y de lo que ocasionó el daño en primer lugar, aquí hay algunos tips para comenzar:
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Evita comer alimentos procesados y azúcares, pues afectan el equilibrio de las bacterias en tu sistema digestivo. Mejor elige alimentos orgánicos y preparados en casa y complementa con alimentos fermentados para repoblar tu microbiota saludable.
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El Kaldo de huesos Keat está diseñado para reactivar la capacidad de tu cuerpo para autorregular la acidez y para regenerar las paredes digestivas.
Los Kaldos contienen gelatina de colágeno y aminoácidos como la prolina y la glutamina, que son bloques de construcción esenciales para regenerar estos tejidos.
Nuestra recomendación es un programa Kaldos Gastritis.
Este programa fue diseñado por Dr. Patricia Restrepo para apoyar la desinflamación, promover la reparación del recubrimiento intestinal y aportar nutrientes que favorecen la producción natural de jugos gástricos y enzimas digestivas.
El programa está formulado en 3 ciclos para que tengas un mejor resultado. Cada ciclo tiene 20 días, en los que tomas 2 Kaldos por día.
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Incluye minerales. Son clave para la producción de ácido. En vez de sal de mesa utiliza sal en su forma más natural posible, sin procesar. Nuestra recomendación es la Sal rica en minerales Keat, orgánica y con minerales de 5 regiones del mundo.
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Identifica si es por falta de producción de ácido o por exceso. Recuerda que en la gran mayoría de los casos es por falta de ácido. Si es tu caso, puedes añadir vinagre de manzana (orgánico y con la “madre”) a tus comidas o utilizarlo en aderezos.
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Identifica qué alimentos desencadenan la molestia para ti y elimínalos temporalmente. Si los alimentos son naturales (frutas, verduras, carnes, pescados, etc.) no son los causantes de la gastritis, pero sí pueden empeorar los síntomas. Puedes dejar de comerlos durante un tiempo para permitir que tu sistema digestivo se repare y volver a introducirlos gradualmente después de unos meses.
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Bebe mucha agua (sólo entre comidas, pues si la bebes durante la comida dificultas el proceso digestivo y empeoras los síntomas) y mastica muy bien los alimentos para mejorar tu digestión.
Entonces, ¿por qué los antiácidos sí alivian el ardor?
Los antiácidos pueden ofrecer alivio inmediato porque cuando el ácido estomacal se cuela hacia el esófago, provoca dolor. El recubrimiento del esófago no lo protege del ácido estomacal. Cualquier cantidad de ácido en el esófago provocará ardor, no necesita ser una cantidad excesiva.
Estos medicamentos alivian los síntomas, pero no curan la condición porque no atienden la causa. Si fueran efectivos, pronto podrías dejar de tomarlos —pero no es así. Los antiácidos suelen empeorar las causas de la gastritis; como consecuencia, muchas personas los utilizan de por vida. Por eso son uno de los medicamentos más vendidos.
¿Son dañinos los antiácidos?
¿Sabías que los antiácidos están aprobados para tomarse durante un máximo de 5 semanas? Desafortunadamente, la mayoría los toma durante años.
Aunque se prescriben con mucha frecuencia, los antiácidos e “inhibidores de la bomba de protones” causan daños graves en la salud a largo plazo y son uno de los medicamentos que más generan dependencia.
Los antiácidos, en términos generales, son anti-vida. Para tener vida requerimos que nuestro estómago sea muy ácido. Debe tener un PH entre 1 y 3 aproximadamente. Entre más antiácidos tomas eres más propenso a contraer infecciones digestivas y a padecer alergias, condiciones autoinmunes, cáncer, Alzheimer y osteoporosis, entre otras enfermedades.
Si tomas antiácidos con frecuencia es muy importante que no los dejes súbitamente; eliminarlos de tus hábitos tiene que ser paulatino. Entre más tiempo lleves tomándolos, más gradual debe ser tu proceso. Es necesario fortalecer tus procesos digestivos y revisar a detalle tu alimentación y tus hábitos para atender la gastritis o la acidez desde la raíz. Consíguelo con un Reto Keat, que trabaja a profundidad en tu organismo.
¿Qué sucede en el estómago?
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Una de las funciones del ácido en el estómago es impedir el crecimiento de bacterias en su interior. La mayoría de las bacterias no pueden sobrevivir más de 15 minutos en el estómago. Al reducir la acidez tomando antiácidos, permitimos que las bacterias patógenas crezcan excesivamente, entre ellas la bacteria Helicobacter pylori, que produce inflamación crónica y daña el recubrimiento estomacal.
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Es vital que el nivel de ácido en el estómago sea alto. La falta de ácido también dificulta la absorción de nutrientes, te hace más propenso a infecciones y afecta tu sistema inmune.
Un Keater sabe romper con los patrones de consumo que nos mantienen enfermos.
Sabe que una vez que limpia la toxicidad de su cuerpo —acumulada por el consumo de alimentos chatarra, tabaco, alcohol y exceso de medicamentos—, su organismo recupera la funcionalidad y la armonía.