Casi todos lo hemos sentido alguna vez:
Te da hambre intensa y repentina, sientes ansiedad (temblores, nerviosismo), quizá sudas, te sientes débil o mareado.
Algunas personas también sienten irritabilidad, dolores de cabeza, niebla mental o muestran palidez en la cara.
Y para otros sucede durante la noche, así que pueden sentir sudores nocturnos, insomnio o debilidad al despertar.
Estos son síntomas de que el nivel de glucosa en la sangre es bajo.
Nuestro cuerpo lo interpreta como un peligro para nuestra supervivencia, y por eso se siente tan urgente. Las glándulas adrenales secretan cortisol para indicarle al hígado que produzca más glucosa, rápido. Y junto ese aumento repentino de cortisol se activan los sistemas de alerta de nuestro cuerpo, como en situaciones de estrés intenso.
Cuando estos bajones de azúcar son frecuentes o severos, pueden tener consecuencias muy graves para la salud.
¿Qué detona estos bajones de azúcar?
Para muchas personas, tiene que ver con que sus niveles de glucosa van como una montaña rusa: con subidas enormes y bajones súbitos.
Tal vez has escuchado ese dicho: todo lo que sube, tiene que bajar.
Y cuando algo sube muy rápido y muy alto… la bajada es similar.
¿Te imaginas pasar días, semanas, años en el ajetreo de una montaña rusa?
Con el tiempo, estas subidas y bajadas de glucosa llevan a complicaciones relacionadas con:
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Prediabetes y diabetes
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Fatiga
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Antojos de azúcar
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Cambios en la presión
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Aumento o pérdida de peso
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Daño nervioso
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Ansiedad o nerviosismo
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Inflamación digestiva
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Daños a los pulmones y el cerebro
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Desbalance hormonal
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Fatiga adrenal
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Desintoxicación deficiente
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Daños al metabolismo
¿Y por qué se convierten en esa montaña rusa nuestros niveles de glucosa?
Para la mayoría, tiene que ver con algún grado de resistencia a la insulina.
Es decir que si te dan bajones de azúcar, es una invitación para aprender a manejar mejor la glucosa y la insulina.
¿Qué tiene que ver la insulina?
¡Es la patrona en todo este tema!
Acá te contamos brevemente:
Cada vez que comemos, nuestro cuerpo produce insulina:
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Producimos en gran cantidad al comer carbohidratos y azúcares, en especial industriales
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Producimos en moderación al comer proteínas
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Producimos en cantidad mínima al comer grasas saludables
¿Y para qué sirve?
Para llevar a las células la energía de lo que acabamos de comer.
¿Cuándo empieza a volverse una montaña rusa?
Cuando comemos exceso de carbohidratos o azúcares (entre otras razones que te contamos más abajo).
Es un ciclo del que conviene salir rápido, porque suele volverse adictivo:
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Primero, comes azúcares o carbohidratos refinados.
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Te sientes feliz porque aumenta la dopamina. En tu sangre aumenta la glucosa y tu cuerpo produce insulina para utilizar esa glucosa.
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La insulina alta provoca que acumules grasa. Y después de un rato, el cuerpo quiere otro high de azúcar.
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Te da un bajón de glucosa. Sientes fatiga, hambre, ansiedad, debilidad. Y sientes un antojo intenso de comer más azúcar y carbohidratos.
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Y el ciclo se repite…
Cuando la insulina está fuera de balance, es como caer en una trampa:
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Sientes más hambre
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Tienes antojo de carbohidratos y azúcares
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Quemas menos grasa, subes de peso
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Crecen quistes y pólipos (mujeres)
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Sientes menos energía, bajones de azúcar, “food coma” después de comer
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Tu cuerpo se inflama internamente
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No creces adecuadamente (niños y jóvenes)
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Puede afectarse el funcionamiento del cerebro
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Envejeces de forma prematura
¿Entonces sólo hay que dejar de comer azúcar y carbohidratos?
No.
Hay que elegir los azúcares y carbohidratos sanos…
Y tener en cuenta otros factores que desbalancean la insulina, como:
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Falta de actividad física
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Falta de movimiento físico que no sea ejercicio (movimiento continuo, usar el cuerpo durante todo el día)
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Ejercicio intensivo sin reabastecer de nutrientes al organismo
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Deficiencia de sueño
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Estrés
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Exposición a toxinas, carga tóxica elevada
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Deficiencias de nutrientes
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Ayunos mal manejados o dietas riesgosas
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Historia familiar de resistencia a la insulina o diabetes
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Exceso de grasa corporal (incluso para personas delgadas pero con grasa visceral)
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Inflamación crónica en el cuerpo
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Ciclo circadiano desregulado (dormir tarde, comer de noche, etc.)
¿Qué podemos hacer para manejar mejor la insulina?
Puede ser complejo salir del ciclo de subidas y bajadas fuertes de glucosa e insulina usando solamente tu fuerza de voluntad.
Por eso lo que te recomendamos son estrategias que no están basadas en fuerza de voluntad:
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Apoya la microbiota y repara las paredes intestinales.
¡Con Kaldos de huesos Keat!
Pide un Programa Kaldos Microbiota. Es la forma más fácil de alimentar a las bacterias saludables de tu flora intestinal (las que no se alimentan de azúcar, sino de fibra de las verduras que comes), al mismo tiempo que reparas tu sistema digestivo y nutres a profundidad tu organismo —porque los problemas de insulina también tienen que ver con deficiencias de nutrientes.
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Darle un reset a tu organismo y ayudarle a limpiar toxinas, con un Tune Up.
Uno de los efectos que más Keaters reportan es que disminuyen significativamente los antojos y se regula su apetito. Esto es gracias a que está mejorando el balance de la microbiota y los niveles de insulina, además de que el cuerpo está recibiendo un mantenimiento completo.
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Hacer una desparasitación.
Es impresionante, pero muchas veces los que te incitan a comer más carbohidratos y azúcares son las bacterias de la microbiota, hongos y parásitos intestinales. Cuando llevas un tiempo comiendo así, aumenta la población de bichos a los que les encanta el azúcar… y el ciclo es difícil de detener.
Es importante que la desparasitación no sea con medicamentos, pues tienden a eliminar también a las bacterias y microorganismos sanos (con lo que creamos más y más problemas). Haz un Programa de Desparasitación Lunar. Dura 5 días y logra la desparasitación mediante alimentos orgánicos, además de ayudar a recuperar el balance de la microbiota.
Y también hay cosas que puedes hacer todos los días:
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Comer MENOS: alimentos procesados, harinas refinadas, azúcares, refrescos, granos refinados, comida artificial…
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Comer MÁS: vegetales frescos (¡tienen carbohidratos! Pero son carbohidratos complejos que no provocan subidas drásticas de glucosa y que sirven de alimento a la microbiota).
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Si vas a comer azúcares o carbohidratos, comer ANTES vegetales, grasas y/o proteínas (¡o un Kaldito!) para protegerte de subidas de glucosa. AQUÍ puedes leer tips para lograrlo.
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Cuidar tu ciclo circadiano: dormir más temprano, evitar comer de noche, evitar luces artificiales y pantallas en la noche, recibir la luz del sol en la mañana…
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Encontrar tu forma de regular el estrés. Puede ser salir a andar en bici, ver un video de meditación guiada, darte un baño caliente, tomar una infusión en las noches y darte 15 minutos para leer…
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Caminar 10 o 15 minutos al terminar de comer, en lugar de permanecer sentado.
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Tomar una cucharada de vinagre de manzana orgánico diluida en agua antes de las comidas.
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No ayunar arriesgadamente. Si quieres hacer un ayuno de más de 24 horas, te recomendamos hacerlo asistido con Kaldos para evitar afectar tu balance de insulina. Y si sólo quieres extender tus horas de ayuno nocturno, hazlo muy poco a poco para mantener tu balance.
Un Keater sabe romper con los hábitos que nos mantienen enfermos.
Sabe que una vez que limpia la toxicidad de su cuerpo —acumulada por el consumo de alimentos chatarra, tabaco, alcohol y estrés—, su organismo recupera la funcionalidad y la armonía.