Dr. Patricia Restrepo nos comparte que la vitamina D es una de esas llaves que ayudan a romper círculos viciosos:
Para personas con problemas de sueño, ansiedad, falta de concentración
Para personas con niveles altos de toxicidad en el cuerpo (cigarro, alcohol, tomar varios medicamentos)
Para personas con dolores, fatiga, presión alta, acidez…
Y este poder de la vitamina D tiene que ver con el sol y su energía.
Cita una frase:
“Changing matter with matter takes time.
Changing matter with energy can be spontaneous.”
(“Cambiar la materia con materia toma tiempo.
Cambiar la materia con energía puede ser espontáneo.”)
Aquí te contamos 3 mitos acerca de la vitamina D, 3 cosas que probablemente no sabías y recomendaciones prácticas para mejorar tus niveles y aprovechar la energía del sol.
3 mitos acerca de la vitamina D:
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MITO: Sólo necesitan vitamina D quienes tienen defensas bajas o huesos frágiles.
En realidad, se calcula que la mitad de la población requiere aumentar sus niveles de vitamina D.
Estas son algunas señales de baja vitamina D:
– Defensas bajas
– Mala regulación de la presión arterial
– Resistencia a la insulina y diabetes
– Aumento de peso
– Bajo libido
– Depresión, ansiedad, temas de estado de ánimo
– Fatiga
– Temas de memoria, niebla mental, concentración
– Desbalances hormonales
– Mayor riesgo de condiciones autoinmunes, cáncer, enfermedades degenerativas, Alzheimer, enfermedades del corazón…
– Envejecimiento acelerado
Si estás haciendo un programa Keat, tener un buen nivel de vitamina D es clave para mejorar tus resultados.
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MITO: El nivel óptimo de vitamina D es 30.
Aunque eso es lo que se indica en muchos laboratorios, ese número se determinó cuando se creía que su principal función era fortalecer los huesos.
Y aún así, el nivel mínimo es distinto del nivel ideal. Cada persona decide si quiere vivir con lo mínimo… o vivir con lo mejor.
La ciencia más reciente indica que los niveles ideales para proteger al cuerpo son:
➜ Para mujeres mínimo 45, idealmente cerca de 60
➜ Para hombres mínimo 35, idealmente cerca de 60
(Aunque estas recomendaciones se actualizan constantemente.)
Muchas personas tienen la vitamina D por debajo de 15 —es decir, muy por debajo de los niveles que les ayudarían a mejorar su salud y su calidad de vida. Por eso, varios expertos consideran que el déficit de vitamina D es una epidemia.
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MITO: Para subir la vitamina D sólo hay que comprar un suplemento o comer alimentos altos en vitamina D.
Realidad: sólo alrededor del 10% de la vitamina D viene de los alimentos, así que es casi imposible mejorar los niveles únicamente con la alimentación.
Por otra parte, la mayoría de los suplementos de vitamina D están hechos con aceites vegetales sintéticos (como el aceite de soya) porque son los más baratos, pero tienen efectos dañinos en el cuerpo.
Abajo te decimos cómo elegir un buen suplemento de vitamina D.
Adicionalmente, antes de tomar un suplemento de vitamina D:
➜ Hay que hacerse análisis de sangre para medir los niveles, pues un nivel excesivamente alto también puede tener consecuencias negativas para la salud.
➜ Hay que investigar por qué está baja y resolverlo. Sin identificar esa causa, la mejoría será temporal.
3 cosas poco conocidas acerca de la vitamina D:
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Necesitas colesterol para producirla.
La vitamina D funciona más como hormona que como vitamina.
Y al igual que el resto de las hormonas, está hecha de colesterol.
Estamos acostumbrados a ver el colesterol como algo riesgoso, pero en realidad es un sustancia antiinflamatoria. Dr. Patricia Restrepo explica que el colesterol es como el cemento del cuerpo: lo requiere para construir y reparar distintas estructuras —como las paredes celulares, las hormonas y el cerebro.
Si tenemos colesterol de mala calidad o no lo estamos transportando bien, tendremos paredes y estructuras defectuosas, débiles, con huecos.
Por eso hay que enfocarnos en darle a nuestro cuerpo grasas saludables —como las de los Kaldos Keat—, pues son precursoras del colesterol sano.
Además de las grasas, para producir vitamina D nuestro organismo necesita minerales y vitaminas. Para tenerlos hay que:
➜ Mejorar la calidad de nuestra alimentación: buscar alimentos orgánicos, de libre pastoreo, locales, frescos, grass fed…
➜ Incluir más minerales —por ejemplo, usando la Sal rica en minerales Keat
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Si tomas medicamentos para el colesterol, para la presión o antiácidos, puedes tener niveles más bajos de vitamina D.
Si la vitamina D está hecha de colesterol, está claro que al tomar medicamentos para bajar el colesterol también afectamos los niveles de vitamina D.
Por otra parte, los antiácidos suelen afectar la capacidad de absorber bien los nutrientes necesarios para producir vitamina D.
Otros medicamentos —como los analgésicos e hipertensivos— también pueden interferir con los niveles de vitamina D porque el cuerpo suele requerir cantidades mayores de esta vitamina para protegerse de ciertos procesos desencadenados por los fármacos.
Importante: si estás tomando medicamentos recetados por un médico, por favor consulta con él o ella antes de hacer cualquier cambio en la dosis.
Nuestra recomendación no es dejar de tomar los medicamentos que requieres, sino hacer cambios en alimentación y estilo de vida para apoyar a tu organismo de forma que regule mejor el colesterol y la presión, se reduzcan los síntomas de acidez, se reduzcan los dolores, etc. —y de esa forma sea posible para ti reducir la dosis con el acompañamiento de un profesional de la salud.
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El bloqueador solar dificulta la producción de vitamina D.
Para que nuestro cuerpo produzca vitamina D, nuestra piel necesita recibir los rayos UVV del sol. El bloqueador solar bloquea los rayos UVV.
Nos han contado que tomar el sol aumenta el riesgo de cáncer, pero en realidad:
➜ La vitamina D es un gran protector contra muchos tipos de cáncer. La naturaleza nos dio nuestro propio anticancerígeno —la vitamina D es nuestra primera línea de defensa contra el melanoma.
Entre las personas que usan más bloqueadores solares suele aumenta el riesgo de cáncer, porque están bloqueando su anticancerígeno natural.
➜ La mayor parte de los bloqueadores solares comerciales tienen sustancias que aumentan el riesgo de cáncer, como la oxibenzona.
➜ Lo que sí puede aumentar el riesgo de cáncer es quemarse. Nunca permitas que tu piel se queme.
La vitamina D es sólo una partecita de los beneficios que nos da el SOL.
La ciencia aún no alcanza a conocer a profundidad todo lo que sucede en nuestro cuerpo al estar en contacto con el sol y su energía.
Pero sí sabemos que necesitamos convivir con él TODOS LOS DÍAS. Cuando lo hacemos, mejora significativamente nuestra calidad de vida.
Hablando científicamente, sabemos que el sol es el mayor donante de electrones para nuestro cuerpo y que esa transferencia de electrones es indispensable para que funcionen nuestras mitocondrias (que son nuestras fábricas de energía), nuestra microbiota, nuestros procesos enzimáticos y cientos de procesos más.
Pero sin necesidad de explicaciones técnicas, desde las civilizaciones más antiguas se reconoce que el sol es esencial para nuestra vida. Por eso se le adoraba como deidad en las culturas ancestrales.
Desde que lo satanizamos (en décadas recientes) han aumentando las enfermedades degenerativas y el cáncer.
Accionables para mejorar niveles de vitamina D y aprovechar la energía del sol:
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Siempre que puedas, recibe la luz del amanecer y del atardecer.
Estas horas en que la luz del sol es bajita tienen un efecto medicinal enorme —que ahora se intenta replicar desde el biohacking a través de luces infrarrojas y otras tecnologías, pero no hay nada como recibirlo directamente de la naturaleza.
Además, pasa más tiempo al aire libre y en la naturaleza. Nuestras generaciones tienen Nature Deficit Disorder: una serie de efectos negativos derivados de no pasar suficiente tiempo en nuestro hábitat.
Nuestro cuerpo necesita ese contacto constante con la naturaleza, incluso si es en el jardín, en el parque, en un patio con plantas —o, idealmente, en un sitio natural como bosque, río, campo, playa… Así puedes estar en contacto con el sol, la tierra, el viento, el agua, las plantas, los aromas, etc.
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Recibe la luz del sol directo en la piel, todos los días durante unos 15-20 minutos.
El mejor horario para producir vitamina D es entre las 11 am y las 3 pm, que son las horas de sol más fuerte. Cuida que sea sólo un rato (por ejemplo, mientras haces una llamada) y nunca permitas que tu piel se queme. Si tu piel empieza a ponerse roja, ve a la sombra.
Las personas con piel más oscura o mayores de 50 años pueden requerir más tiempo. Además, entre más lejos del Ecuador vivimos, se requiere más tiempo bajo el sol para producir vitamina D.
La zona del cuerpo donde más se produce la vitamina D es la parte superior: brazos, cuello, tronco. Busca exponer estas partes del cuerpo al sol sin cubrirlos con ropa ni con bloqueador solar, durante un ratito cada día.
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Evita todo lo que reduce la producción de vitamina D.
Por ejemplo: fumar, no dormir, tomar antiácidos o analgésicos continuamente, comer alimentos inflamatorios, tener estrés crónico…
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Si vas a tomar un suplemento, elige uno de muy buena calidad.
Lee los ingredientes: si tiene aceite vegetal (como aceite de soya, maíz, girasol) estará dañando procesos de tu cuerpo.
Busca uno que esté hecho con una grasa saludable, como aceite de oliva o de coco de la mejor calidad.
Además, busca que sea vitamina D3 y que esté acompañada de vitamina K, pues la vitamina K ayuda a conducir el calcio a donde debe ir y así evita la calcificación de las arterias.
➜ Si estás haciendo un programa Keat, contacta a tu Monitor Keat para que te dé nuestra recomendación de suplemento de vitamina D.
Y recuerda que aunque tomes el suplemento, nada reemplaza el recibir el sol directamente en tu piel. Nadie le gana a la naturaleza. Recibe la luz del sol todos los días.
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Investiga la causa de que tu vitamina D esté bajita y atiéndela.
Para eso son excelentes los Kaldos Keat.
Van a ayudar a darte la materia prima (vitaminas, minerales, grasas) que tu cuerpo necesita para producir vitamina D.
Van a mejorar tu digestión y la absorción de esos nutrientes que se requieren para producir esta vitamina.
Y van a ayudar a reducir la inflamación, la toxicidad y la desregulación en tus sistemas, de forma que tu cuerpo pueda aumentar su producción.
Además, vas a recibir acompañamiento con el Método Keat para integrar el estilo de vida que te ayude a tener un muy buen nivel de vitamina D.
Un Keater sabe que el mejor hack es respetar nuestro hábitat natural y nuestra historia evolutiva.
Cuando escucha acerca de una nueva tecnología de salud, sabe que a la naturaleza no se le gana.
Y por eso se guía con el círculo del Método Keat, que le ayuda a integrar en su día a día todos los estímulos que van a ayudar a que su cuerpo esté lleno de salud y vitalidad, de la forma más fácil y natural.